Eso es jugar bien al fútbol

[Enfoque Mundial] El periodismo de hoy en casi todas su facetas, pero en especial el deportivo, privilegia las polémicas o los escándalos en lugar de aportar ideas para el desarrollo de la sociedad o del deporte, donde deben de resaltarse los valores y principios.

La mayoría de jugadores, por su estrato social al que pertenecen, repiten frases estereotipadas, que le encantan al grueso de la gente, pero que no aportan nada. La peor expresión escuchada por el que escribe este artículo, fue la tristemente frase: “Lo que le gusta a la gente” que es el fin del periodismo serio.

Ejemplos son muchos. El periodismo español últimamente tan propenso a inventar estas polémicas, tal como el nuestro, las crea. Le quieren imponer jugadores a Vicente del Bosque, el entrenador de la actual selección campeona de Europa. La prensa adicta al Real Madrid (de la cual existe mucha en España) nuevamente le presiona para que convoque a Raúl a la selección española.

La otra es que ya “exigen” que Diego López, el arquero del Villarreal español, que realizó un estupendo partido frente al Atlético de Madrid, partido que los “colchoneros” le ganaron por 3 a 2 en el Vicente Calderón, integre la selección española.

El día que muchos periodistas entiendan que el ÚNICO que convoca jugadores a la selección española es Vicente del Bosque se habrá dado un gran paso, claro pero estos supuestos periodistas ya no tendrán polémica y dejarán de vender, por lo tanto los echarán de sus puestos. Dejen trabajar a los entrenadores, que supuestamente son los que saben.

Igualmente sucede con José Guillermo del Solar, el entrenador de la selección peruana, del cual he expresado mi opinión desde su nominación, pero nunca me he metido en el llamado de jugadores para nuestra selección, Es su competencia. Ellos sabrán por que los escogen.

Es así de fácil. Por eso en nuestro medio la mayoría de comentaristas televisivos promueven los escándalos y las polémicas, sin reparar el daño que pueden causar acusaciones posiblemente inexactas, pues ahí es cuando venden recurriendo al dañino RATING, que tanto gustan a los auspiciadores, pero que distorsionan los valores y principios. Ese es su habitat natural, pues a falta de conocimientos deportivos (en este caso los futbolísticos) desinforman a la gente recurriendo al facilismo del escándalo y de las inútiles polémicas que tanto le gustan a la gente.

Es por eso que en las mismas transmisiones deportivas, esos mismos narradores, me niego a llamarlos comentaristas, pues no analizan nada, son tan proclives a escoger a la figura de la cancha o nos prometen que en el partido se van anotar tantos goles, o con una facilidad absoluta pontifican “Es el mejor del mundo”, como si fuera una verdad absoluta, cuando es una apreciación totalmente subjetiva. Ese es el recurso del que sabe poco. Además se copian de las narraciones argentinas, aplicando el mismo vocabulario.

Son los periodistas que les gustan los jugadores que juegan a la pelota (lo individual) y no los que juegan al fútbol (lo colectivo).

En Sudamérica prevalece esta filosofía futbolística de los argentinos, quienes con su invasión intelectual, han desarrollado un pensamiento arcaico que se quedó en el tiempo. Ellos resaltan las jugadas y a los jugadores individualistas, el juego lento jugado al pie, los inútiles tacos y túneles, el exagerado dribbling, la pausa, el excesivo traslado del balón, la falta de dinámica, y las muletillas como “la línea de la pelota”, “es un equipo largo”, “hay que jugar por fuera”, “la segunda pelota”, “el último pase”, “definió como defensa” ( en el fútbol de hoy todos deben de saber jugar en cualquier posición)y otras sandeces. Un fútbol que se quedó en el tiempo.

No aprendieron la lección que les dio Holanda en el mundial de Alemania 74, que con su fútbol total, los goleó por 4 a 0, o el de la selección de la ex Checoslovaquia que le ganó a su selección por 6 a 1 en el mundial de Suecia 1958 cuando se creían, todavía se creen, los mejores del mundo.

Siguen pensando que todo pasa por los jugadores, que para ellos son los únicos que deciden en el campo de juego. Claro los que defienden esta postura son los entrenadores y periodistas flojos, que no les gusta entrenar o analizar, ni ponerse al día en el cada vez más exigente, globalizado y tecnificado fútbol de hoy, que la Ley Bosman lo cambió en 1995. Los sudamericanos representados por los argentinos, se quedaron en el tiempo.

Por supuesto que a mí me encanta las jugadas de Messi, pero es la máxima expresión del jugador de pelota, no del juego colectivo, que juega para sí mismo, sin dialogar casi nunca con sus compañeros. Le saldrá un gol espectacular, pero con su equipo el FC Barcelona y con la selección Argentina de mayores no ha ganado, hasta ahora, nada importante. Ese es el típico ejemplo.

Lo realizado por el Barcelona y especialmente el Liverpool la semana pasada frente al Lyon y al Real Madrid respectivamente, fue la expresión más alta de jugar bien al fútbol, que la FIFA lo define como asociado. Se recupera el balón lo más pronto posible y lo más cerca del arco rival, mediante un pressing en todo el terreno. Era espectacular ver como salían disparados los defensores rojos cuando el rival iba ha recibir el balón, para anticiparlo

Siempre tres defensores del Liverpool iban sobre el jugador del equipo merengue que llevaba el balón, ahogándolo preferentemente contra la raya lateral. Un marcaje espectacular.

Una vez recuperado, los del Liverpool lo jugaron con una velocidad y precisión impresionante (la técnica aplicada en velocidad, lo más difícil en el fútbol) a un toque y en tres pases de 30 metros cada uno, se colocaban frente a Casillas, que terminaron convirtiendo al arquero del Real Madrid en una gran figura, lo que habla de por sí solo, de la estupenda actuación del Liverpool, que terminó goleando por 4 a 0 en una verdadera exhibición de gran fútbol, en su expresión más amplia de la palabra.

Mientras que los azulgranas, que vencieron por 5 a 2 al Lyon francés, en un primer tiempo para el recuerdo, hacían lo mismo pero circulando más el balón, con el mismo toque en primera y con similar velocidad, hasta encontrar los espacios.

No hay que defenderse con la pelota, hay que atacar siempre con rapidez e inteligencia, y no cuando se gana por la mínima diferencia, cuando está por terminar el partido, se lleva el balón a un costado perdiendo el tiempo, y el narrador de turno expresa, que inteligente es ese jugador, cuando en la tribuna nos aburrimos todos.

Lamentablemente inmediatamente después de ver por televisión estos grandes espectáculos de fútbol que nos entrega los partidos de la Liga de Campeones, sintonizamos los de la Copa Libertadores de América, y los equipos que juegan este torneo nos parece que practican otro deporte, parecido aquel que inventaron los ingleses en 1863, que la FIFA lo define como asociado.

Basta de tratar de crear polémicas absurdas. A este fútbol hecho espectáculo jugado por el FC Barcelona y el Liverpool, responden los aficionados llenando los estadios. Eso es jugar bien al fútbol.


Fuente: Enfoque Mundial - Luis Puiggrós (luis.puiggros@interlatincorp.com)

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